El agrarista Zapata (1931)
El conocido pintor muralista mexicano Diego Rivera comienza a estudiar pintura a los 10 años. En 1907 obtiene una beca que le permite continuar su formación en Madrid y París, donde conoce las obras de Cézanne y Picasso e incursiona en el estilo cubista. Tiempo después, en Italia, el descubrimiento de los frescos renacentistas le lleva a modificar su estilo. De regreso en México recibe numerosos encargos para realizar murales, y también en Estados Unidos, donde se radica por algunos años en compañía de su esposa, la artista Frida Kahlo.
Para Rivera, el arte debía expresar los conflictos sociales del pueblo mexicano, además de ser un medio para que obreros, campesinos e indígenas conocieran su propia historia, por lo que no debía ser aislado en museos, ni galerías, sino que ser exhibido en las paredes de los edificios públicos. A eso se debe que la mayor parte de su obra artística esté constituida por murales. En “El agrarista Zapata”, Rivera representa al guerrillero de la Revolución Mexicana, Emiliano Zapata, asesinado en 1919, cuyo lema era “la tierra es de los que la trabajan”.