Abstracción azul (1927)

La pintura de la artista norteamericana Georgia O´Keeffe se caracteriza por su estilo parcialmente abstracto, donde se produce un proceso de estilización de la forma, mediante técnicas de acercamiento de origen fotográfico que logran un efecto de gran sensualidad plástica. Sus gigantescas flores, como si fueran vistas desde un primer plano, constituyen su trabajo más reconocido y a ellas les debe su posición como una de las artistas más importantes y exitosas de Estados Unidos. La flor junto con el paisaje se constituye en la referencia icónica que caracteriza su pintura, como una forma de expresión vital de la naturaleza en la que se dramatiza su poder. Dramatización probablemente lograda gracias a que O´Keeffe, a través de su mirada, recurre a un pequeño fragmento ampliado de la realidad para aludir y representar las amplias y extensas llanuras norteamericanas.

En la década de 1960, inspirada en los vuelos en avión, O´Keeffe introdujo en sus pinturas motivos del cielo y de las nubes tal como se ven desde el aire.

En 1946, ya viuda del renombrado fotógrafo Alfred Stieglitz, se trasladó a vivir a Nuevo México, donde continuó pintando hasta finales de los años setenta, fecha en que la pérdida de la visión le impidió continuar con sus cuadros. Negándose a abandonar la creación artística, empezó a trabajar tridimensionalmente la arcilla hasta poco antes de morir.