El viejo mercado en Ruán y la calle de L’ Epicerie (1898)
El pintor francés Camille Pissarro fue uno de los miembros más activos del movimiento impresionista. Admirador de Turner y de Corot, se relacionó con los artistas Monet, Gillaumin y Cézanne.
Tal como lo hizo Claude Monet con la Catedral de Ruán, Pissarro estudió el efecto de la luz a diferentes horas del día sobre los boulevares de París, y “El viejo mercado en Ruán y la calle de L’Epicerie” es un ejemplo de ello. Su pintura representa al antiguo mercado de la ciudad que, pleno de vida y movimiento, desemboca como por un embudo en la calle del comercio. Gracias a una composición muy estudiada, Pissarro conduce la vista del espectador hacia las profundidades del cuadro. Los edificios, presididos por las elevadas torres góticas de la catedral, están iluminados por el sol y rodeados de una atmósfera muy bien lograda. La imagen está totalmente tomada del natural, por medio de una pincelada rápida y de vivos colores: verdes, naranjas, azules y rojos. Las sombras adoptan varios tonos, malvas y grises preferentemente, y recogen la visión impresionista de que la sombra no es la ausencia de luz sino una luz diferente. La escena está captada desde una ventana, utilizando una perspectiva alzada que corta los planos.