Las tentaciones de San Antonio (1505 –1506)

Hijo y nieto de pintores, Hieronymus Bosch nació hacia 1450 en Hertogenbosch, Flandes. De allí su apelativo de El Bosco, como lo bautizaron los españoles. Fue miembro de la Hermandad de Nuestra Señora, cofradía de clérigos y laicos que se dedicaba al culto de la Virgen. Por encargo de la Hermandad ejecutó varios proyectos y también fue patrocinado por miembros de la alta jerarquía eclesiástica.

Leyendas, costumbres, supersticiones y temores populares fueron los temas que inspiraron sus cuadros, en un estilo que recogió los fantasmas de los años finales de la Edad Media, cuando la salvación tras la muerte era una gran obsesión.

En “Las tentaciones de San Antonio”, así como en casi todas sus obras, El Bosco representa el denominado “bestiario medieval” proveniente de la cultura pagana, pero que había alcanzado también al cristianismo. Bestias o monstruos, que podían aparecer solos o luchando entre ellos, eran utilizados por el artista para motivar a los creyentes en su esfuerzo por resistir a las tentaciones del demonio y no sucumbir ante el pecado.