La lavandera (hacia 1860)

Caricaturista, pintor y escultor francés, Daumier fue conocido en su época principalmente por sus sátiras políticas y sociales, aunque tras su muerte se le considera como uno de los máximos exponentes del Realismo francés.

Instalado en París, inició su formación con grandes maestros. Sin embargo, la contemplación de las obras del Museo del Louvre y, sobre todo, el trato directo con los pintorescos personajes de las calles influyeron decisivamente en su obra. Los personajes negativos de las obras de Daumier eran los abogados, los médicos o los profesionales de la Justicia, es decir, los burgueses. En cambio, los positivos eran los trabajadores, las lavanderas, los campesinos o los actores de feria, lo que de alguna manera lo vincula al Realismo de su amigo Courbet. En su obra “La Lavandera”, Daumier no define las caras de los personajes que pinta, pero a pesar de ello logra dar expresión al rostro de la mujer. La ejecución parece rápida, con una pincelada densa que diluye los negros contornos que sirven de base. El tratamiento duro de las figuras se relaciona con la dureza de la vida de las clases proletarias. Así, los colores oscuros y tristes del cuadro están en sintonía con el tipo de vida que viven la mujer y su hijo.