El carro de heno (1821)

El pintor romántico John Constable es considerado uno de los más grandes paisajistas británicos. Este artista desarrolló su peculiar estilo a partir de la intención de reproducir un escenario directo y realista. Su preocupación por representar los efectos atmosféricos de los cambios de luz al aire libre y el movimiento de las nubes, modifica la forma de abordar el paisaje vigente hasta el siglo XVIII y lo convierten  en un predecesor del impresionismo.

Constable pensaba que “no hay dos días iguales, ni siquiera dos horas; ni han existido jamás dos hojas de árbol iguales desde la creación del mundo”. Para representar esta realidad, boceteaba al óleo directamente de la naturaleza, imagen que luego trabajaba en su taller, logrando una pintura fresca y relajada.

De gran tamaño, “El Carro de Heno” es una escena campesina en el pueblo de Suffolk, que muestra a un grupo de personas en las labores cotidianas, siendo el cielo y su atmósfera los grandes protagonistas del cuadro. La pincelada de Constable, con frecuencia solamente bosquejada, en un principio sufrió el rechazo de los críticos de arte, quienes interpretaban estos detalles como los de una obra inacabada. Finalmente su estilo terminó por imponerse y despertó gran admiración en su época, planteando un modo completamente nuevo de capturar el paisaje.